El Bosque es un café muy dulce con notas de chocolate y frutos rojos en fragancia. En boca destaca un cuerpo cremoso con mucho chocolate y notas afrutadas de frambuesas y cerezas, una acidez vinosa pero muy balanceada y un retrogusto con notas finales de naranja.
La finca El Bosque es administrada por Julio Peralta y está ubicada en la pintoresca zona de Ocotal, cerca de la cordillera Dipilto-Jalapa, que forma la frontera entre Nicaragua y Honduras. A pesar de su turbulento pasado durante la guerra civil, Nueva Segovia se ha convertido en un centro para los ganadores de la Copa de la Excelencia en los últimos años.
Sus fincas producen un café excepcional, cuya cosecha se realiza de diciembre a abril. Las zonas de mayor altitud de las montañas experimentan una cosecha más tardía. Nicaragua es un actor interesante en la industria del café de especialidad, empleando métodos tradicionales junto con técnicas modernas de procesamiento, como los red y yellow honeys. Mientras que los procesos de lavado se realizan en las fincas de las montañas, el café se transporta a un beneficio seco centralizado para su secado, aprovechando el cambio climático favorable que se encuentra a una hora montaña abajo. Las fincas se manejan centralmente desde el molino central donde el ingeniero agrónomo Edwin sale a visitarlas todos los días de la semana.
Los Peralta fueron pioneros en producir microlotes, aprovechando el conocimiento de Guatemala y adaptándolo al contexto nicaragüense. A lo largo de los años, se han introducido microlotes en cinco fincas: El Bosque, Santa María de Lourdes, Samaria, La Argentina y La Cascada.
En las fincas de Peralta, el concepto de microlotes se centra en un pequeño volumen de café recolectado el mismo día en una parcela de finca específica. Los criterios abarcan el día de recolección y la ubicación geográfica, enfatizando las variedades de café y los microclimas. Las divisiones naturales como laderas de montañas, arroyos y áreas boscosas guían la separación de las secciones. La altitud, la sombra y la biodiversidad desempeñan un papel vital en la protección de los cafetos, inspirándose en los bosques de Etiopía, el lugar de nacimiento del cafeto.
Diferentes variedades prosperan en distintas altitudes; por ejemplo, el Catuai se desarrolla bien a unos 1.200 m.s.n.m., mientras que las plantas de Bourbón encuentran una protección óptima contra ciertas enfermedades a elevaciones de al menos 1.400 m.s.n.m. Esta cuidadosa atención a la altitud y el microclima garantiza que cada lote ofrezca sabores únicos y excepcionales, que reflejan la riqueza del patrimonio cafetalero de Nicaragua.
A la hora de replicar la receta, hay diferentes variables que pueden interferir en el resultado final de tu taza, tales como la fecha de tueste, conservación de los granos, ambiente, agua, etc. Es importante tener en cuenta que todos estos factores puedan influir y tengas que hacer pequeños ajustes al replicar esta receta.
Método: V60
Molino: Mazzer Omega al número #8
Agua mineral recomendada: Lanjarón
Hemos utilizado 15 gramos de café por 240 gramos de agua.
Añadimos el agua en 2 vertidos. Primer vertido 60 gr esperamos 30 segundos y seguidamente vertemos el resto del agua hasta llegar a los 260
El tiempo total de infusión debería de ser 2 minutos
